Fabricio L. D´Alessandro es uno de los nuevos rostros en el área de cine de FX ANIMATION Barcelona 3D & Film School. Con un gran recorrido en el mundo de la publicidad como realizador y editor y como docente, Fabricio aterriza en Barcelona para coordinar y tutorizar las prácticas de los alumnos de la escuela. Pero no ha venido sólo, ya que desde Argentina trae bajo el brazo “Oculto el sol” (2016), su ópera prima como realizador, un largometraje coproducido por Señora X Productions, productora de FX ANIMATION. Una propuesta arriesgada y difícil de clasificar que viene precedida de premios y ha sido seleccionada en varios de los festivales más prestigiosos de Latinoamérica.
“Oculto el sol” nace como resultado del trabajo durante un taller de actores impartido por D´Alessandro. De la misma manera que John Cassavetes debutó en 1959 con “Shadows” a partir de una serie de ejercicios con un grupo de estudiantes de interpretación, el director argentino ha creado su largometraje basándose en pequeñas tramas que involucran a parejas de actores de un curso. Este es el motivo de su peculiar estructura narrativa: siete historias aparentemente desconectadas entre ellas, pero que el director une a través de varios elementos cinematográficos y de puesta en escena. Una estructura que nos remite a clásicos modernos como “Vidas cruzadas” (1993) de Robert Altman o “Magnolia” (1999) de Paul Thomas Anderson, películas que utilizan diferentes historias que se imbrican hacia un lugar común, cuyos personajes saltan de una historia a otra abocados a un final resuelto por una especie de “deus ex-machina”; un terremoto y una lluvia de ranas respectivamente, y que termina por dinamitar el relato en una resolución imposible. “Oculto el sol” utiliza también un recurso narrativo final movido para la naturaleza en forma de eclipse de sol, pero sin el esperado recurso de relacionar a todos sus protagonistas. Sus personajes se mueven en la distancia, pero con la sensación de estar en habitaciones contiguas y separadas por finos tabiques.
Es este eclipse, que por momentos deja sin luz a la ciudad y a todos los personajes de la trama, el que sorprendentemente libera todos los secretos que en forma de mentiras, anhelos, miedos y deseos que se esconden en las habitaciones, coches y patios en los que transcurren las diferentes historias. La luna que oculta el sol es la misma luna que anida en esta maraña de relaciones entre hermanos, amantes, amigas, compañeros de trabajo, novios, padre e hijos. Un conjunto de historias que navega a través de ciertas partes oscuras del alma, pero que su director muestra casi siempre a luz del día, en interiores con ventanas abiertas a la esperanza, al perdón y a la liberación.
El estilo de D´Allesandro, con una sutil cámara en mano, persigue a los actores en tomas largas privilegiando sus rostros y sus reacciones, ya que ellos son los auténticos protagonistas de la cinta. Siempre en la búsqueda de lo poético, encuentra varios de estos momentos en silencios, en gestos de curiosidad de los protagonistas y sobre todo en la parte final de la película. Una parte en la que la música, otro elemento muy presente en toda la película, unifica mediante una canción las diferentes historias dando luz y vida al eclipse. Una música que se mueve y traspasa esos finos tabiques que separan sus habitaciones y que inunda todas las tramas.