fbpx

FX ANIMATION y SALA MONTJUÏC presentan
“HABLEMOS DE CINE CON…”

FX ANIMATION Barcelona 3D & Film School y Sala Montjuïc se unen para presentar “Hablemos de cine con…”, una sección para amantes del cine que se suma a la programación del ciclo Cinema a la Fresca, que desde hace ya 14 años programa Sala Montjuïc para refrescar el verano. “Hablemos de cine con…” es un fórum de cine, dirigido por profesores de la escuela, que tiene el objetivo de analizar brevemente las películas seleccionadas, desde su experto punto de vista.

De esta manera, desde el 1 de julio y hasta el 5 de agosto, los expertos de FX CINEMA (área de cine de FX ANIMATION) presentarán en el emblemático Castell de Montjuïc las películas programadas para este año y la escuela aportará así su granito de arena para que ir a Sala Montjuïc sea mucho más que ver una peli y se convierta en toda una experiencia para disfrutar del cine en su máximo esplendor.

Enric Rufas, guionista y profesor

Enric Rufas es el responsable de presentar Nightcrawler, dramaturgo, guionista y profesor del Master y la Carrera especializada de guión en FX Cinema. Rufas es, sin duda, uno de los guionistas más interesantes y respetados del cine español actual. Tras conseguir varios premios como dramaturgo, Enric comenzó una brillante carrera como guionista que le ha llevado a escribir las historias de Las horas del día (2003) por la que recibió el Premio de la Crítica en Cannes, y de La soledad (2007), Premio Goya a la Mejor Película, ambas dirigidas por Jaime Rosales y por las que Enric ha sido nominado al Goya por el Mejor Guion Original. También ha coescrito la opera prima de Fernando Franco, La herida (2013), Premio Goya a la Mejor Dirección Novel.

Además, Enric se ha estrenado recientemente en la dirección con el cortometraje Víctimas (2015) y prepara su debut como director de largometrajes con Los débiles, guión del que también es el autor.

Por qué ver NIGHTCRAWLER

La primera película que analizaremos durante el ciclo es Nightcrawler (2014), la aclamada ópera prima de Dan Gilroy, que a pesar de estrenarse como director con esta cinta, tiene una larga experiencia como guionista en filmes como El legado de Bourne (2012) y The Fall (2006). Nightcrawler se ha convertido rápidamente en una película de culto con una gran acogida de público y crítica, recibiendo varios premios, casi todos ellos asociados al cine independiente y a la crítica norteamericana. Además, consiguió una nominación al Oscar como Mejor Guión Original.

Nightcrawler pone en el candelero una vez más el tema del sensacionalismo más extremo de los medios de comunicación, en este caso los noticiarios de las televisiones privadas en USA, capaces de rebasar límites éticos y morales a la hora de mostrar imágenes impactantes y escabrosas para sus espectadores y llegar así a conseguir sus grandes objetivos: más audiencia y más poder. Un tema, por otra parte, presente en el cine norteamericano desde Network, un mundo implacable (1976) y que ha sido tratado en innumerables filmes como Quiz Show. El dilema, (1994) El show de Truman (1998) o Todo por un sueño (1995).

Dan Gilroy nos muestra la historia de Nightcrawler a través de los ojos del personaje interpretado por Jake Gyllenhaal, un tipo sin escrúpulos, un ser asocial incapaz de relacionarse de forma “normal” con su entorno, que encuentra en la cámara de video y en la toma de imágenes escabrosas y sangrientas de accidentes de coche, tiroteos y asesinatos, su particular forma de convertirse en alguien dentro de la sociedad.

Sin duda, la interpretación de Jake Gyllenhaal es uno de los grandes aciertos del filme. Se trata de un un trabajo lleno de matices que combina contención dramática con explosivos ataques de ira, miradas de locura y todo un repertorio de brillantes momentos que consiguen dar dimensión a un personaje que cada vez se nos presenta más repulsivo, viscoso y diabólico. Un tipo solitario que nos recuerda al personaje interpretado por Robert de Niro en Taxi Driver (1974).

El otro elemento que hace de Nightcrawler una película especial es su dirección de fotografía y el uso de la noche en la ciudad de los Ángeles. La oscuridad, la noche en tonos verdes y las desiertas carreteras de los Ángeles se convierten en las auténticas protagonistas de la película. Al igual que en algunas películas de David Lynch como Carretera perdida (1997) o Mulholand Drive, la noche angelina envuelve y arrastra al personaje de Gyllenhaal a recorrer sus calles en coche, siempre al acecho, merodeando, en busca de imágenes violentas y sangrientas que captar con su cámara. Sus imágenes también nos remiten a otra de las grandes películas de culto de los últimos años, Drive (2011) de Nicolas Winding Refn: recorridos nocturnos, silencios y relaciones amorosas imposibles basadas en la violencia y el chantaje.

Y por último, la fascinación por los accidentes de tráfico y el morbo por sus imágenes, con escenas como el primer accidente que descubre Gyllenhaal, que parece extraída de Crash (1996), la controvertida obra de David Cronenberg. La sorpresa y curiosidad en el rostro del protagonista se transforman poco a poco en una ambigua sonrisa.