El anuncio de la Lotería de Navidad se ha convertido en todo un acontecimiento. Un parte indivisible de la tradición que alimenta estas fechas. Durante años, un entrañable calvo dio vida a los anuncios de los boletos y nos iluminó la navidad. De hecho, fue un golpe para muchos cuando hace cuatro años, el calvo abandonaría nuestras pantallas para dar paso a un villancico grupal entre Raphael, Marta Sánchez, Montserrat Caballé, Bustamante y Niña Pastori, todo un despropósito publicitario que recordaremos por ser uno de los fakes más grandes de la historia de la Lotería y Apuestas del Estado, aunque se haya convertido en el más viral. Y llegó la moda de los storytelling, dígase de esos cortos que cuentan una historia y que se relaciona con los valores de la marca. La Lotería también se sube al carro y por segundo año nos presenta un cortometraje, rodado por Alejandro Amenábar, uno de los mejores directores de nuestro cine. Amenábar nos sorprendió con películas de terror como “Los otros” (2001) y, anteriormente, con el thriller sobrenatural “Abre los ojos” (1997) o con su ópera prima “Tesis” (1996), en la que abarcó con éxito el tema de los polémicos snuff movies.
Para la Lotería, Amenábar presenta un cortometraje de 20 minutos (3 en su versión corta) de ciencia ficción en el que narra la historia de amor entre una extraterrestre y un chico poco suertudo que se encuentran comprando un número de la Lotería de Navidad. Al más puro estilo del film “Mi novia es una extraterrestre” (Richard Benjamin, 1988), el spot pone de relieve los valores de la marca y lanza un mensaje: la suerte radica en poder compartirla. El amor sobre todas las cosas, pero mejor con dinero. De esta historia –de la que se ha leído de todo- lo que más nos interesa son los efectos visuales (VFX) que dan vida al universo de la extraterrestre, creados en gran parte por el estudio Entropy. Colaboradores de FX ANIMATION, este estudio ha participado en el recruitment organizado recientemente en la escuela, en el marco del 9º Forum de creación de contenidos audiovisuales y 3D, y son responsables de los decorados de la serie “Las Chicas del cable”, creada para Netflix España. Hemos hablado con Jaime Cebrián, responsable de supervisar los VFX del corto, para que nos analice cómo se han desarrollado los efectos, centrados en la creativa recreación del mundo de la alienígena.
Jaime Cebrián (Entropy) analiza cómo se han desarrollado los VFX
¿Qué destacarías de los VFX del corto de Amenábar?
Dentro de los efectos que hemos abordado desde Entropy, destacaríamos la secuencia de disolución de la chica, cuando comienza a desvanecerse.
¿Cómo desarrollasteis esa escena?
Inicialmente iba a ser una disolución más sencilla, pero finalmente requirió de un trabajo de matchmove en 3D, para trackear los volúmenes de las manos y pies y que sirvieran de emisores para un sistema de partículas que desarrollamos en ICE y rendeamos en Arnold. Con el equipo del estudio de postproducción y 3D User-T38, desarrollamos inicialmente unos concepts sobre unas fotografías para definir el tipo de estela. Una vez rodado, aplicamos ese mismo sistema, trabajado más en detalle en los planos finales. Posteriormente, en composición -usando Nuke-, añadimos partículas y efectos de iluminación de ambiente; añadimos atmósfera y compusimos las diferentes capas de 3D sobre la chica, rodada sobre croma y sobre los fondos, que también fueron rodados por separado para poder recrear la desaparición de la extraterrestre.
Se comenta muchas veces que el mejor trabajo de VFX es el que no se ve. ¿Qué no vemos en este plano y es magistral?
En composición, un trabajo costoso pero poco visible es toda la labor de borrado de cables. La chica estaba suspendida en el aire y había cables que se cruzaban con el pelo rubio y largo de la chica. Finalmente, el resultado es estéticamente muy bonito y transmite justo lo que quería el director y los concepts iniciales.
En ejecución técnica, puede suponer aproximadamente una semana de trabajo o semana y media, pero habría que añadir una parte importante -y probablemente la más costosa- que es el tratamiento de look y el planteamiento técnico para poder hacer el plano. Es difícil saber, ya que dicho desarrollo afecta a más planos del spot y depende del número de planos que debas hacer lo planteas de una forma u otra. Por ejemplo, si tienes que hacer solo un plano, te centras en él al hacer los concepts y el modelado. Si solo se va a ver una parte, trabajas esa parte. En cambio, si tienes veinte planos diferentes, hay que desarrollar los assets (representación de cualquier ítem que puede ser utilizado en el proyecto) de otra forma. Hay que tener en cuenta los tiempos de render, los posibles cambios que te van a hacer, los tiempos de entrega… y definir el tiempo que vas a tener para reaccionar si te cambian algo a dos días de la entrega, ya que puede suponer tener que rendear los veinte planos en dos días, por ejemplo (no sería la primera vez).
¿Cómo ha sido trabajar con User-T38?
User-T38 nos proporcionó unos concepts impresionantes, con mucho detalle, a partir de los cuales comenzamos a trabajar la esfera en 3D (pasó por diferentes formas). Trabajamos 3D y composición en paralelo, sacando diferentes capas de 3D y probándolas en composición sobre diferentes fondos, para dar con algo que fuera como el concept; que reaccionara bien a diferentes luces, y que fuera rápido de rendear. Este proceso de convertir los concepts a una escena 3D, viable de render y que nos gustara, costó aproximadamente dos semanas y media, tanto para la nave como para las memorias y las disoluciones que trabajamos en paralelo.
Ya llevamos un mes de trabajo… ¿Cómo continua el making of?
A partir de ahí, esperamos el material de rodaje ya montado y comenzamos unos días de track y layout a toda velocidad para plantear ya animatics y escenas rendeables. Este casi fue el proceso más complicado aunque no lo parezca: añadiendo los Hdr de cada escenario, iluminando cada set y creando los mapas de refracción adecuados. Mientras tanto, en composición fuimos sacando los cromas, limpiando cables y dejando las composiciones preparadas para la recepción de las capas de 3D. Este proceso llevó casi una semana más. Definimos dos planos master de nave (uno de día y uno de noche) y uno para cada tipo de efecto (memorias y disolución) y fuimos trabajando en ellos hasta que fueron aprobados. A partir de ahí, dividimos las composición para hacer el resto de planos, de forma que lo que se hiciera estuviera bien prácticamente a la primera, debido al poco margen que teníamos. Así, el tiempo de ejecución de todo el spot desde que nos llegó el material (nuestra parte, que fueron unos veinte planos, entre nave, disolución y memorias) fue de unas dos semanas a partir de la recepción del material. Y, para poder ejecutarlo, fue imprescindible haber tenido en cuenta estos tiempos a la hora del desarrollo de los VFX. Es difícil valorar un plano separado del resto de procesos, ya que están todos muy relacionados unos con otros.